Hoy toca una breve poesía sin título pero inspirada sin duda por algún hecho desconocido y conmovedor que movió mi pequeña mente infantil:
Salvemos a las focas
que tras muchas derrotas
no quieren extinguirse
yo me pondria muy triste
Tenía una foca llamada Mari Luz
jugábamos siempre con la avestruz
pero un día a mi foca
se la llevó una loca
que la quería para sopa
Pobre Mari Luz, sabe que no miento
que la echo de menos todos los días
te lo juro, y si no te fías
creo que me importa un pimiento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Vaya sorpresa, los hermanos blogueros. Sois muy buenos. Esta poesía es tan buena que parece inglesa.
ResponderEliminarjajajajaja quien eres si se puede saber?
ResponderEliminarA estas alturas ya debes de haber averiguado mi verdadera y más ramplona identidad...
ResponderEliminarjajajajjajja acabo de saberlo, estaba en la ducha...me alegro de que te gusten, ya sabes, era una niña muy imaginativa...
ResponderEliminarjajajajaja este poema es la bomba! y a quien no le guste, " creo que me importa un pimiento"
ResponderEliminar