jueves, 19 de noviembre de 2009

CONTINUACIÓN

Al llegar a la biblioteca se metieron en el túnel. Primero iba Ben, luego Hilary, luego Francis y al final Alec.
De repente Ben vió una puerta y escucharon un ruido y corrieron a su habitación.
Momentos después escucharon a su madre.
A la mañana siguiente se fueron a la cabaña de Ben, con el libro.
Leyeron:
"Se brava agua salada
se frío tiempo tranquilo
huracán, viento en calma
que esto se cumpla ya
Tormenta AIRE PURO"
y al instante todo fue como antes.
El sol brillaba en el cielo y corrieron a la playa.
Pescaron y nadaron.
Por la tarde su madre les dió unas gafas de bucear con un tubo para respirar. Vieron peces preciosos y los persiguieron.
Por la noche se fueron a la biblioteca, para ir al pasadizo.
Corrieron por el pasadizo secreto y llegaron a una habitación.
- ¡No hay salida! Exclamó Ben
- Vámonos - dijoAlec
- Correr- dijo Francis - Vámonos.
Al llegar a la cama se durmieron nada más echarse.
Por la mañana se fueron a la tienda en la que vendían tiendas para la playa.
- Una de cuatro con toalla - dijo Francis. El dependiente se la dio y al llegar a la playa la montaron y se metieron.
Buscaron en el libro y encontraron todas las soluciones menos la última, porque en vez de eso ponía: "La última solución la hallareis en vuestro camino, en una de las grandes estancias por las que pasareis".
- ¿qué querrá decir con eso? - dijo Hilary muy extrañada.
- no lo se - dijo Alec - pero me huele mal, muy, muy, muy, muy mal.
- Me pasa lo mismo - dijo Ben
- Y a mí - dijo Francis.
- Bueno, hoy directos a la biblioteca después de cenar - dijo Hilary - para que nos de tiempo a todo.
Al llegar a la casa encontraron una nota:
"Ben:
Tu madre está muy enferma y me la llevo al médico.
La nueva cocinera, la sra. Hooch cuidará de vosotros. Un abrazo
Papá"
- Mejor hoy descansemos - Dijo Francis
- Sí - contestaron.
A la mañana siguiente corrieron a la cocina y vieron un trozo de pan duro y un vaso de colacao. Se sentaron a comer y cuando terminaron se fueron con el libro a la tienda que tenían en la playa. Buscaron en el libro un conjuro para meter a la sra. Hooch en un botecito de colonia. Ponía:
"Mete, lete, te
En, el bote, Re
vamos ¡YA! Sr o sra ____"
- BIEN - exclamaron.
Volvieron a la casa y esperaron a la hora de la comida.
Un filete para cada uno, pan y agua.
Con un bote dijeron en bajo:
"Mete, lete, te
En, el bote, Re
vamos ¡YA! sra Hooch"
Y la señora Hooch se metió en el bote.

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